¡Hola!
En esta entrada me gustaría hacer
referencia al Libro Blanco sobre la Profesión Docente que salió a la luz en
2015 y fue dirigido por el filósofo José Antonio Marina. El encargo fue del
ministerio de educación del gobierno de Mariano Rajoy. Dicho libro consta de
veinte propuestas para mejorar el sistema educativo español de entre las que me
gustaría reseñar las que considero más importantes.
En primer lugar está la propuesta
séptima que hace referencia a la implantación de lo que se llama un “Modelo de
Docentes en Prácticas” que duraría tres años y a los que se accedería mediante
examen. Al aprobarlo se pasaría al “curso” en sí que constaría de un master de
un año en los denominados “Centros de formación del profesorado” y prácticas
remuneradas de dos años. Aquí el foco lo pongo sobre todo en las prácticas ya
que considero que para ser profesor hace falta experiencia en las aulas, y
actualmente esa experiencia al salir del máster de educación secundaria es de
dos meses en vez de dos años.
En segundo lugar pondría la
propuesta décima referente a la evaluación de los docentes. No está demás
asegurar que los profesores siguen “dando la talla” años después de aprobar las
oposiciones y que su modelo de enseñanza funciona. Evaluaría además que el
docente se ha ido adaptando a las necesidades cambiantes del alumnado y que su
metodología se ha innovado con el paso del tiempo.
En tercer y último lugar pondría
la propuesta doceava sobre la creación de Departamentos de Orientación
Psicopedagógica en cada centro. Es necesaria la figura del psicopedagogo en los
institutos debido a que hay situaciones y problemas que los profesores y/o
padres no son capaces de solucionar bien porque exceden sus competencias o bien
porque no cuentan con las herramientas necesarias; aquí el psicopedagogo podría
ayudar en gran medida porque es un profesional dedicado a este tipo de asuntos.
¿Quién mejor que él para resolver determinados problemas de difícil resolución
entre profesores, alumnos y familias? Por otra parte, los alumnos de hoy en día
(hablo por experiencia desgraciadamente) llegan al bachillerato sin tener una
idea clara sobre qué estudiar en la universidad y por tanto a qué dedicarse
profesionalmente en el futuro. ¿Quién mejor que el orientador psicopedagogo
para informar y resolver este tipo de dudas que les surgen a los alumnos?
En conclusión, me gustaría
resaltar que si bien he destacado aquí tres propuestas, la mayoría (si no
todas) de las que se proponen en el Libro Blanco considero que deberían
implantarse en gran medida en los institutos españoles. Es necesario que se
cambie el paradigma de la educación en España y los políticos se lo tomen en
serio, aunque sea solo por una vez, para conseguir una educación basada en lo
que nos dicen los expertos y no en ideologías políticas.
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