Ir al contenido principal

Mucho texto

Hace diez años la Unión Europea publicó una serie de medidas en materia educativa con la intención de que se implantaran en los países que la formaban (Reino Unido ahora queda excluido). España, como miembro de los 27, convirtió en propias esas medidas y en un Consejo de Ministros de ese mismo año lanzaron doce objetivos en educación que el país debía abordar: era el plan Década 2010-2020. De entre estos doce objetivos me gustaría resaltar el relativo a las universidades ya que considero que es uno de los temas menos tratados en cuanto a reflexión sobre si se ha alcanzado el objetivo marcado; además, ¿qué mejor ambiente que el universitario para hablar sobre la propia universidad?

El objetivo relativo a estas instituciones es el número 8 y dicta así: “Modernización e internacionalización de las universidades. Formación, investigación, transferencia del conocimiento y responsabilidad social”. Bien, vayamos por partes.

En lo referente a la primera oración, las universidades españolas se posicionan muy lejos de la parte alta del ránking  mundial que se tiene como referencia; sólo para encontrar una de nuestro país hay que bajar hasta, por lo menos, el puesto 151, donde se ubica la Universidad de Barcelona. Aunque es de destacar que si atendemos al índice que detalla por áreas de conocimiento, las universidades españolas salen mejor paradas siendo de nuevo la de Barcelona la que resalta sobre el resto. Aun así, ninguna escala hasta los primeros diez puestos.

Respecto de la segunda oración, podemos atender también a los datos. Podemos observar cómo el talento se nos escapa de las manos al marcharse a otro país, lo que popularmente se denomina como “fuga de cerebros”. No son pocas las noticias que nos cuentan testimonios de jóvenes muy prometedores en sus respectivos campos que se vieron obligados a marcharse a otros países en los que podían dedicarse plenamente y en buenas condiciones a lo que habían sido formados. De aquí podríamos extraer dos conclusiones: por un lado, la educación en las universidades españolas funciona, pero por otro lado la sociedad y cultura del país rechaza el talento al no ser capaz de retenerlo. Es decir, se está invirtiendo dinero en personas que su trabajo (desde la investigación hasta la transferencia del conocimiento) se va a desarrollar en otros países. Se está pagando la educación de jóvenes que no van a amortizar esa inversión. ¿La culpa es del gobierno o es de la sociedad, sus valores y preferencias? Ahí lo dejo.

Después de estos datos solo quedaría llorar, pero yo siempre digo que si se critica algo es para aportar soluciones. Quedarse en la crítica es muy fácil.

Si bien el título de la entrada puede parecer aleatorio, déjame que te explique su sentido. Últimamente se puede leer en las redes sociales comentarios largos, detallados, con opiniones en la mayoría de ocasiones fundamentadas sobre algún vídeo, foto, comportamiento determinado de un influencer… y la respuesta que reciben de otros usuarios es, simplemente, “mucho texto”, hasta el punto de llegar a convertirse en meme. A estos internautas les da pereza leer el escrito, por lo que escriben ese comentario con el fin de que un alma cándida se lo resuma en un par de palabras. ¿A dónde quiero llegar con todo esto?

No puede ser que se redacten tantos documentos (como el plan 2010-2020 mencionado), informes, estudios y demás escritos sobre educación y que sigamos igual o peor que hace una década. Yo al menos me canso de que cada cierto tiempo salga un informe o estudio en algún medio periodístico donde se menciona, de nuevo, que la educación en España está bastante alejada de lo que cabría esperar según su nivel económico. Si a ello le sumamos que cada gobierno quiere que el sistema educativo se ajuste a su medida y que para ello deroga una ley e impone otra…

La solución no es sencilla, de acuerdo, pero ¿no habría que tomar cartas en el asunto? Es decir, pasar del papel a los hechos, pasar de la teoría a la práctica. No deja de resultar paradójico que el “plan de acción” del gobierno no pase de las palabras, al igual que el internauta al que le da pereza leer un texto pero a su vez quiere saber lo que dice para poder opinar. Es un poder pero no querer.

Si queremos cambiar es hora de dejar las palabras. Ya son suficientes.

¡Tomemos la acción!





Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tres propuestas interesantes del Libro Blanco de la Profesión Docente

  ¡Hola! En esta entrada me gustaría hacer referencia al Libro Blanco sobre la Profesión Docente que salió a la luz en 2015 y fue dirigido por el filósofo José Antonio Marina. El encargo fue del ministerio de educación del gobierno de Mariano Rajoy. Dicho libro consta de veinte propuestas para mejorar el sistema educativo español de entre las que me gustaría reseñar las que considero más importantes. En primer lugar está la propuesta séptima que hace referencia a la implantación de lo que se llama un “Modelo de Docentes en Prácticas” que duraría tres años y a los que se accedería mediante examen. Al aprobarlo se pasaría al “curso” en sí que constaría de un master de un año en los denominados “Centros de formación del profesorado” y prácticas remuneradas de dos años. Aquí el foco lo pongo sobre todo en las prácticas ya que considero que para ser profesor hace falta experiencia en las aulas, y actualmente esa experiencia al salir del máster de educación secundaria es de dos meses en

La fecha del examen, ¿un conflicto escolar?

¡Hola! Vamos a imaginarnos que estamos en clase y somos el profesor. Estamos dando clase de nuestra especialidad, de historia en mi caso, a un grupo cualquiera de secundaria. En un momento determinado les hablo de la fecha del examen y les doy la posibilidad a mis alumnos de elegirla: acaba de crear la tercera guerra mundial. Empiezan a darme multitud de posibilidades de fechas y todos quieren que la suya sea la escogida. ¿Qué hacer ante este conflicto? Bajo mi punto de vista lo primero que haría sería apuntar todas las posibilidades en la pizarra en orden cronológico. Es decir, que las posibles fechas de examen me las digan en orden: por ejemplo el 6 de noviembre, el 8, el 16, el 17, el 20 y 21. Una vez apuntadas lo primero que haría sería retirar aquellas denominadas “imposibles”: las que sean posteriores a la entrega de actas, las que sean tan tempranas que no les dé tiempo a estudiar todo el material ni a terminarlo yo de impartírselo y por último las que estén muy próximas a l

Portugal, ¿un modelo educativo para nuestro país?

  ¡Hola! En el día de hoy abordaremos la educación en otro país y la vamos a comparar con la de España, observando las similitudes y diferencias e intentando resaltar sus virtudes para poder implantarlas en nuestro país. En mi caso voy a escoger Portugal ya que es un país que solo tiene una frontera, con nuestro país, y además parece que no se le da mucha importancia en el día a día. Para conocer la educación portuguesa me he basado en ocho aspectos principales que la definen : -La educación obligatoria portuguesa comprende desde los seis hasta los dieciocho años. Los niveles educativos en total se dividen en cuatro: infantil o preescolar, que no es obligatorio; primaria o básica, con tres ciclos: de seis a diez años, de diez a doce y de doce a quince, y al terminar te otorgan un diploma de enseñanza básica y si es obligatoria; secundaria, de quince a dieciocho años y en ella se elige el camino a seguir de entre ciencias y tecnología, artes visuales, ciencias socioeconómicas o le